noviembre 26, 2006

CiU y España

Desde el 1-N, Artur Mas ha asumido el papel de ganador de las elecciones despechado porque no le dejan gobernar. Hoy, en la entrevisa publicada por El País, vuelve a declarar la decepción y desconfianza que le merece el PSOE, al que acusa de no jugar limpio y de permitir que en Cataluña no gobierne la fuerza más votada.

Han oído bien: Mas, el mancillado, se queja de que el PSOE no haya ejercido más influencia en el PSC para evitar el nuevo tripartito. ¿Pero no ha defendido siempre la independencia de los partidos catalanes de 'Madrid' y que los asuntos de Cataluña lo decidan solo los catalanes, sin 'injerencias externas'? Realmente, la vis cómica del personaje crece por momentos.

Varios analistas ya han apuntado la posibilidad de que, en el futuro inmediato, la única salida viable para CiU sea dejar en un segundo plano la política catalana y dedicarse más a la española. Lo que nos vamos a reir...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es fácil exigir responsabilidades a los demás. Lo difícil es asumirla uno. Mas estyá siendo patético. Sin embargo, cuanto más le dure la rabieta, más difícil lo tendrá porque la gente suele cansarse de los llorones