Boicot en Cataluña a un libro que denuncia la ‘limpieza lingüística’
Antonio Robles (Fermoselle, Zamora, 9 de diciembre de 1954), publicó hace más de 15 años un libro que, en pleno siglo XX y en una sociedad democrática, fue duramente censurado.
Extranjeros en su país, donde el actual diputado del Parlamento catalán denunciaba la incipiente política de limpieza lingüística que se vivía en Cataluña, se editó con un pseudónimo y sufrió una auténtica persecución que le llevó a desaparecer casi por completo del mundo editorial.
Hoy, más de una década después, pocas cosas han cambiado y las librerías catalanas no reciben con los brazos abiertos al autor y político, que este miércoles, Día de Sant Jordi, no firmará ejemplares en la Ciudad Condal. Antonio Robles, que confiesa sentirse como el título de su obra, "un extranjero en su propio país", ha hablado con ESTRELLA DIGITAL sobre la situación política actual en Cataluña y sobre sus experiencias con este libro, y afirma, pese a todo lo que ha vivido, que tiene “esperanza de que esto lo acabemos ganando, porque cada vez somos más los que estamos hartos del nacionalismo”.
Hace más de 15 años, su libro, Extranjeros en su país, fue duramente perseguido por diversos sectores de la sociedad catalana. ¿Qué denunciaba en esa obra?
Es la primera edición impresa que denuncia lo que entendemos aquí por política de ‘limpieza lingüística’ en Cataluña cuando de ese tema no se hablaba nada. Fue la primera célula que arrojó a su alrededor a las primeras personas que iniciaron un movimiento de resistencia al nacionalismo y al monolingüismo en Cataluña. El libro demuestra ‘la limpieza lingüística’ que se estaba realizando y que nadie se atrevía a denunciar, ni a hablar de ello con los amigos más íntimos.
Cuando sale ese libro, por primera vez hablando de esas cosas, ninguna editorial lo quería publicar. Fue una de Madrid, Ediciones Libertarias, pero en Cataluña se boicoteó totalmente.
¿Lo llegó a publicar con un pseudónimo?
Sí, lo publiqué con el pseudónimo Azahara Larra Server. Hoy en día aparece mi nombre y también el pseudónimo, por una cuestion de estética histórica. Soy diputado del Parlamento de Cataluña, el problema lingüístico lo hemos llevado en la campaña de las autonómicas del 2006 que dio tres diputados a Ciutadans, por lo que de una manera sistematica lo estoy denunciando en el Parlamento.
Usted sigue censurado. Este miércoles se vive el importante día de Sant Jordi y usted no va a ser uno de los autores que firme.
Así es. El problema que hay en Cataluña es que, así como en el País Vasco la violencia ha alertado desde años a mucha gente de lo que está pasando, aquí lo que hay es un acoso psicológico que desde un punto de vista de la libertad es aún peor.
Prácticamente todos los partidos políticos participan del nacionalismo, incluido el PSC, el gran culpable de lo que nos está pasando aquí, ya uqe amamanta a su electorado y en vez de denunciar, ha colaborado con ellos….Hoy no se distinguen prácticamente. Hasta que no llegó el tripartito al gobierno, con el PSC, no se empezaron a poner multas lingüísticas, y hoy se ponen muchas.
El caso del libro, ¿es paradójico?
Así es, porque el problema se habla en todas partes, se conoce, pero cuando tienen oportunidad hacen todo lo posible por ocultar esa realidad.
En el caso de mi libro, aunque tiene 15 años, nadie se arriesga a darle cobertura a alguien que está satanizado. Estamos fuera de la verdad de época y hoy está de moda ser nacionalista y todo lo que no sea eso está satanizado.
En estos 15 años ¿la situación ha cambiado poco o ha ido a peor?
Es una cosa y a la vez la contraria: ha cambiado mucho, porque cuando yo escribí el libro, a finales de los 80, tenía que decirme a mí mismo “no estás paranoico”, porque lo que decía era evidente, pero nadie lo decía y tampoco podías decirlo a los demás.
Hoy, todo el mundo habla de esto. En ese sentido, gracias a organizaciones que se iniciaron a raíz del libro, como la Asociación por la Tolerancia, o como Ciutadans, es un tema que se debate todos los días, pero a la vez la presión del nacionalismo ha avanzado.
Es una cosa contradictoria en sí misma, porque el nacionalismo tiene mucho poder, pero la gente empieza a darse cuenta de lo que nos han estado vendiendo. No estamos peor, los votos nacionalistas se han ido reduciendo… pero son muchas cosas las que habría que analizar.
Resulta curioso que Extranjeros en su país, como si hubiera sido un libro del franquismo, pudo “sortear” el boicot y fue pasando de mano en mano….
Yo creo que fue el boca a boca. Hay una anécdota sobre una cooperativa catalanista que vende mucho aquí, el libro apareció, como no sabían de qué iba… claro, y desapareció por completo… Es, como dices, lo que pasaba en el franquismo, con las películas porno y los libros políticos prohibidos… no se podían encontrar en ninguna parte, pero pasaban de mano en mano y eran los más leídos.
Es lo que ha pasado con mi libro, que se ha leído mucho, a pesar de las trabas. En el sentido intelectual ha sido muy rentable. Hoy el libro se puede comprar por varios medios, pero aquí sigue siendo boicoteado.
¿Cómo es su relación con los medios? ¿Les interesa difundir una historia como la suya?
Sí, de hecho el libro tuvo una entrada muy fuerte cuando salió, porque El Mundo en Madrid lo publicó en domingo y lo comparaba con el libro Últimas tardes con Teresa. Hoy, no lo pueden ocultar, pero tampoco lo publicitan, ya sabemos cómo va esto, aunque sí que encuentro medios que me dan cobertura. Cuando lo presentemos en Madrid y Barcelona, con dos personas muy relevantes cuyos nombres aún no hemos difundido, esperamos tener cobertura mediática.
¿Se encuentra cómodo como político y escritor en Cataluña actualmente?
Me encuentro como el título de mi libro, Extranjero en mi país, pero es que cientos de miles de personas nos hemos encontrado siempre así. Aquí no hay manera de sentirte a gusto, evidentemente, vives aquí, conoces gente…. Pero soy como un extraterrestre, incluso en el Parlamento.
Durante la entrega de Premios de Sant Jordi tuve la ocasión de ver la Cataluña virtual, no es real, deja fuera de ese espacio a tres cuartas partes de Cataluña que nunca estarán ahí, porque todo era nacionalista.
Por ejemplo, la Feria de Abril en Cataluña es el acontecimiento lúdico más numeroso que tenemos, por encima de muchos otros y van cientos de miles de personas, pero es ninguneado constantemente por el mundo nacionalista, porque es algo externo, como un cáncer, algo ajeno a la sociedad nacionalista.
Estoy rodeado de gente agradable, sé quién soy y lo que hago, pero siempre te recuerdan que no estás haciendo bien las cosas. Yo tengo la osadía de hablar en castellano en el Parlamento y eso no lo soportan… Es un verdadera herejía para ellos. Es un acoso constante. Para entender esto hay que vivir en Cataluña.
Mucha gente sigue negando o minimizando esta situación
Pues es real y evidente, todas las instituciones, todo lo que tenga poder está al mando de los nacionalistas o de catalanistas que les hacen el juego a los nacionalistas. El señor Montilla hasta nos niega a los parlamentarios que se pongan multas lingüísticas en Cataluña.
Sabemos cuántas multas y los importes, pero tienen el morro de negarlo. Pero sólo protestamos nosotros, y antes, cuando nosotros no estábamos, se callaban todos….
¿Tiene esperanza de que esto cambie, o es usted pesimista?
Estoy convencido de que esto lo acabaremos ganando nosotros…. El franquismo parecía eterno, el estalinismo también, y cayeron…. Nosotros tenemos la ventaja de tener un sistema democrático. Cada vez somos más los que estamos hartos del nacionalismo, de sus símbolos, su falsa realidad…. y Cataluña siempre era una Comunidad que ganaba población y renta per cápita, pero desde que llegó el nacionalismo ha perdido tanto población como renta.
Sólo ha podido ganar con el boom de la inmigración, algo común con el resto de España. Aquí sólo gastamos el dinero en nacionalismos vendiendo patria, construyendo una nación en el extranjero. Mientras tanto, las infraestructuras fallan, la sanidad es una pena, el fracaso escolar es innegable…. Los resultados ya se notando.
» Entrevista de Esther Ginés publicada en Estrella Digital
» Ver artículo en Minuto Digital
» Ver web de la Editorial Sepha (se puede comprar el libro por Internet)
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