marzo 28, 2008

¿A qué espera, señor Laporta?

Hace un par de días, el actual presidente del Barça hizo unas polémicas declaraciones que tuvieron bastante eco mediático.

Desde sus conocidas posiciones catalano - independentistas, decía el señor Laporta que el Barça se había negado a que los jugadores de su equipo pre-benjamín, que participaban en un torneo internacional en Portugal, estuvieran en el campo mientras sonaba el himno español, porque pertenecen a "Cataluña, un pequeño país situado entre Francia y España, con una lengua propia y con una historia milenaria".


Debe de ser un suplicio para este señor que el club que preside participe año tras año en la Liga de fútbol ESPAÑOLA y en la Copa del Rey de ESPAÑA. Por favor, Sr. Laporta, deje ya de bajarse los pantalones y sea consecuente: demuestre con hechos el amor que siente por su pequeño país y proponga y lidere inmediatamente la organización de una Liga y una Copa propias de Cataluña para la próxima temporada: así su club podrá dejar de participar en las competiciones del país de al lado.

Todo serán ventajas, Sr. Laporta: con permiso del Español (club que, lógicamente, tendrá que cambiarse el nombre si quiere participar en las nuevas competiciones patrias), el Barça será casi cada año campeón de la Liga catalana y de la Copa del Molt Honorable. Además, evitará usted los enfrentamientos de rigor con el odiado rival merengue y ya no habrá obstáculo alguno para que la selección catalana de fútbol, con su himno de Els Segadors incorporado, participe en competiciones internacionales. ¿A qué espera, señor Laporta?

1 comentario:

PABEFE dijo...

Cuanta razón tienes Polites. Este Laporta hace un nacionalismo de boquilla, defendiendo a Cataluña como país independiente, pero beneficiándose de la participación del club que preside en la liga y la copa españolas. Este señor es tan obtuso que no se da cuenta del perjuicio que le puede ocasionar a su club, pues tanto en Cataluña como en el resto de España, hay muchísimos aficionados y simpatizantes culés, que se pueden replantear su afición por este tipo de declaraciones.