noviembre 17, 2007

Ponentes de sociedad.es - Félix Ovejero (I)



Félix Ovejero Lucas, profesor de Economía, Ética y Ciencias Sociales y de Metodología de las Ciencias Sociales en la Universidad de Barcelona, impartirá la conferencia "Políticos, democracia y ciudadanía" en la Jornada «Modelo de Estado» de sociedad.es (Madrid, 24 de noviembre de 2007).

Resumen de un artículo de Félix Ovejero publicado en El País:

En principio, la democracia deliberativa asegura un razonable vínculo entre las decisiones y la justicia. La argumentación pública obliga a mostrar que, en algún sentido, las tesis defendidas se corresponden con principios generalmente aceptables, de imparcialidad o de interés general. Uno no puede decir que hay que hacer una inversión simplemente porque beneficia a los suyos. En la deliberación, incluso el tramposo, el que pretenda pasar sus intereses por los intereses de todos, está obligado a apelar a razones generalmente aceptables. Tendrá que mostrar que lo que defiende es lo más justo; por ejemplo, que los suyos son los más necesitados. Si se muestra que no es así, tendrá que recoger velas.

En buena sensibilidad democrática cada ciudadano - directamente o a través de sus representantes- ha de disponer de la misma posibilidad de influir en las decisiones y de poder hacer oír su voz. El sufragio universal, una conquista de la izquierda, es seguramente la cristalización más consumada de ese principio. De hecho, históricamente el socialismo encontró en ese principio una razón adicional para criticar otras desigualdades, entre ellas, muy fundamentalmente, una desigualdad de acceso a la propiedad que se traduce no sólo en desigual riqueza, sino también en desigual capacidad de influencia política.

Otro ámbito en donde el temple deliberativo se calibra es el trato con las reivindicaciones de lo que sin mucha precisión se da en llamar "minorías culturales". Sus reivindicaciones hay que tomárselas en serio desde el punto de vista democrático. Esto es, hay que discutirlas. Ahora bien, si, sometidas las reivindicaciones a un proceso deliberativo, fracasan, no será porque sean minoritarias o porque tengan poco poder, sino porque no tengan razones, porque no están justificadas. No pueden estar blindadas frente a la argumentación. No cabe decir que han sido tratadas injustamente porque han fracasado en conseguir concesiones especiales, sino que han fracasado porque son injustas, porque buscan un privilegio que resulta injusto con los demás ciudadanos.

La democracia deliberativa requiere un compromiso con el interés general. La deliberación, que nos ata a argumentos de imparcialidad, nos deja desnudos con nuestros intereses parciales. Pero, claro es, el mecanismo sólo funciona cuando todos comparten la misma comunidad de referencia. Y sucede que los nacionalistas proclaman que sólo prestan atención a sus intereses, que los intereses de los demás no son un argumento a atender. Por eso les preocupa la balanza fiscal de Cataluña y España, pero no la balanza entre Barcelona y Lérida. En tal caso no cabe la deliberación democrática ni los criterios de justicia o imparcialidad. Sólo quedan los intereses compatibles y la negociación, no la deliberación democrática. Los representantes políticos se convierten entonces en simples "embajadores que defienden intereses distintos y hostiles, intereses que cada uno debe sostener como agente y abogado, contra otros agentes y abogados".

Con aquello de libertad, igualdad y fraternidad se acabó con sociedades feudales, con privilegios de origen y se gestaron parlamentos, códigos civiles, sistemas de pesas y medidas y bastantes cosas más. La democracia deliberativa invita a no ceder ante los poderosos porque lo sean, ni ante aquellos que reclaman tratos privilegiados, obliga a tener punto de vista a la hora de acudir a las deliberaciones, aunque sólo sea para recordar que el poder y la defensa de los privilegios no son un argumento.

» Consultar más información en el blog de la jornada sociedad.es

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que el señor Félix Ovejero Lucas ha escrito un artículo con buenos puntos en relación a la democracia y al sistema deliverativo.

Pero el autor ha incluido puntos que son discutibles. Y cito:

" El sufragio universal, una conquista de la izquierda, es seguramente la cristalización más consumada de ese principio. De hecho, históricamente el socialismo encontró en ese principio una razón adicional para criticar otras desigualdades, entre ellas, muy fundamentalmente, una desigualdad de acceso a la propiedad que se traduce no sólo en desigual riqueza, sino también en desigual capacidad de influencia política."

¿El sufragio es una conquista en exclusiva de la izquierda? Me pregunto qué diría de esto George Washington, Abraham Lincoln, o John Fitzgerald Kennedy. También me pregunto qué diría una parte del clero que apoyo al tercer estado en la revolución francesa antes del juramento de la sala del juego de pelota.

El socialismo no ayudo siempre en ese sentido. De hecho, historicamente algunos socialistas haciendo uso de la demagogia, de la mentira y de la violencia han tomado el poder y anulado el sistema representativo de las democracias, es el caso del nacional socialista, Adolf Hitler o de Lenin o Stalin, fundadores de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y por en ende del imperilista bloque soviético. Fidel Castro es otro ejemplo de socialismo. Ni que decir que el socialimo o el comunismo chino ha llevado a producir una de las sociedades con mayores desigualdades del planeta.

No quisiera demonizar el socialismo, algunos saben que dicha ideología sólo es un instrumento y que por encima existe la religión y los principios morales basados en el amor y la verdad.

Otra frase que me ha llamado la atención:

"Con aquello de libertad, igualdad y fraternidad se acabó con sociedades feudales, con privilegios de origen y se gestaron parlamentos, códigos civiles, sistemas de pesas y medidas y bastantes cosas más."

¿No se escribió y aplicó por primera vez un código civil bajo una dictadura, la de Napoleón?

El resto del texto es difícil de discutir, incluso si vemos eso en el Parlamento nacional las cosas puede que mejoren.

No soy un experto en asuntos políticos ni tan siquiera en historia. Soy un aficionado y esto es una opinión que quien quiera puede discutir.

Rafael (Málaga)

Anónimo dijo...

Lo siento. Creía que leía el artículo integramente, pero en realidad es un resumen.

Rafael (Málaga)