septiembre 04, 2007

Palo - Zanahoria

El gobierno balear se pone manos a la obra y comienza su labor docente; hay que enseñar al ciudadano a usar la Lengua Propia cuando debe:

» El Gobierno balear también multará por no rotular en catalán

Mientras, el gobierno catalán, pionero en este asunto, redobla sus esfuerzos educativos:


» La Generalidad cuadruplica las multas a los comercios por no usar el catalán
» Imponen a Correos la mayor multa por infringir la Ley del catalán
» Más sanciones por usar el castellano en Cataluña
» ERC mantendrá la política de sanciones contra la rotulación en castellano

Es solo una muestra de que nuestros gobernantes se acercan día a día a la excelencia. Han sabido adaptar a nuestros días el mejor método educativo de la historia: palo-zanahoria, ahora transformado en multa-subvención.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es triste que comunidades autónomas tan importantes como Catalunya y Baleares se estén aislando.
Lo que no parecen entender es que la fuerza de estás comunidades viene en gran medida de la población inmigrante y del turismo. Y esta política deteriora la convivencia.

Me parece algo evidente, me parece de cajón, y sin embargo allí esos gobiernos autonómicos no lo ven claro.

Rafael (Málaga)

Anónimo dijo...

He estado este año en Ibiza pasando unos días, y en San Antonio hay una calle de bares en la que la mayoría estaban todos rotulados en inglés: ¿A estos también los van a multar?

¡Que cruz que tenemos los españoles con estos aldeanos nacionalistas!

Anónimo dijo...

No som analfabets!

Només faltaria que als països on la llengua oficial és la pròpia, en aquest cas el català, no hi hagués la retolació en català. On està el problema? A més, que són analfabets, els no catalnoparlants a Catalunya? Diria que no i actuar en contra del català és tractar-los d'analfabets.

Anónimo dijo...

Uruguaià, te informo (por si no lo sabes) de que en Cataluña hay dos idiomas oficiales: el catalán y el castellano, con la particularidad de que hay más catalanes que tienen como lengua materna el castellano que el catalán.

Los ciudadanos, analfabetos o no, deberían poder expresarse en la lengua que deseen sin que nadie venga a multarlos por ello.