marzo 11, 2007

Mi visita al médico

- Hablo catalán y no me siento totalmente catalana. Hablo español y no me siento totalmente española. Hablo inglés y no me siento totalmente inglesa. ¿Qué me pasa doctor?
- Usted no tiene Identidad.
- Pero síííí... doctor. SÍ tengo identidad . Lo mio debe ser otra cosa más compleja. Algo relacionado con el poder. Déjeme que le cuente...

Mi identidad se ha cocinado a lo largo de 50 años. Y espero seguir añadiéndole ingredientes durante muchos años más. A la comida no se le pone toda la sal que uno encuentra en la casa. Ni toda la pimienta. Se le añaden ingredientes, según el gusto, en más o menos cantidad; también se le dejan de poner, según cada cual. El resultado suelen ser platos sabrosos que acostumbran a tener una pizca de diversos condimentos en un equilibrio casi mágico, que emana del arte del que cocina con tiempo.


A mi identidad añádale un poco de mujer y, otro poco, de hombre. Con los hombres, comparto mi dificultad de mostrar los sentimientos en público y mi falta de lágrimas en los malos tragos. Con algunas mujeres, me identifico en el placer de la seducción y con otras, con en el dolor que producen las inflamaciones de ovarios, y con casi todas ellas comparto frecuentes oleadas de tristeza. Como cuando nos sentimos incomprendidas en caducos discursos de un siglo XX hecho a la medida de una hormona desquiciada llamada tetosterona. Afortunadamente, en la actualidad, las mujeres contamos con la comprensión y respeto de muchos varones. Comprensión que, desafortunadamente, algunas mujeres han aprendido a utilizar en su propio beneficio. En algunos casos, que aunque pocos, no por ello menos lamentables, se ha aprovechado esta sensibilización de género, para poder vapulear a padres, a quienes se les impide ver a sus hijos, por ejemplo. Muchas mujeres rechazamos esta violencia de sentido inverso contra el varón. Y es de esta manera, aceptando y rechazando, cómo, en el transcurso del tiempo, se ha construido mi identidad y la de todos nosotros.

- Hasta aquí todo se va bien, doctor. Pero he aquí, que de un tiempo a esta parte, en Catalunya, mi identidad ha empezado a sentir un abuso de poder. Porque, tan cierto como que mi identidad se compone de aquello que acepto, como de lo que rechazo, no es menos cierto que ambas decisiones comportan riesgos. El riesgo, de posicionarse en contra, Borges lo expresó muy bien cuando dijo que ‘... uno tiene que tener cuidado en elegir a sus enemigos, porque puede acabar pareciéndose a ellos’. Este es el caso, por ejemplo, de las mujeres que en su lucha contra el machismo imperante, excluyen la aportación de los hombres que también ven necesario un cambio de actitudes y expectativas machistas que les oprimen. Y ese es el peligro tambien, en el caso de movimientos como el de Ciutadans, que se inician desde el hartazgo ante actitudes prepotentes y excesos identitarios. Existe el riesgo de deslizarse hasta el resentimiento. Es muy conocido el dicho de ‘hijo maltratado, padre maltratador’. Es, precisamente, lo que hay que evitar.

Quisiera que Ciutadans tuviera vocación de recuperar el equilibrio. No de irse al otro extremo. Por lo tanto, doy una pista como guía de uso frecuente para momentos cotidianos en los que haya que posicionarse: observen de qué lado esta el poder, quien esta en contra , qué reivindica y que medios se utilizan. Analicen, con atencion, todos los detalles. No se dejen llevar por las apariencias. Después, actúen en consecuencia. En unas ocasiones, del lado débil que solicita lo que le reconoce nuestra Constitución. Por ejemplo, si es usted bilingüe y ve a un ciudadano ante una Administración que se dirige a él solo en catalán y el administrado se siente impotente para reclamar su derecho a que el escrito se lo den también en castellano, por miedo a verse perjudicado, pues apóyelo. La Administración y el Administrado son poderes desiguales y hay que estar atentos a los desequilibrios que se produzcan en esta arena. Y sino fijense a que ha llevado el sano impulso por querer hacer visible el uso de un idioma minoritario como el catalán,: a querer excluir el castellano. Es decir, no siempre las minorias tienen razón. Pueden tener propuestas válidas pero pueden tambien querer imponerlas por la fuerza, lo que puede no ser legítimo ni ser moralmente aceptable.

Y, con la fuerza, volvemos a la cuestión de quién tiene el poder y cómo lo ejerce y su impacto en la identidad de las personas. Foucault (a quien Umberto Ecco popularizó con el famoso péndulo) lo explicaba muy bien con su idea de la ‘microfisica del poder’: las posiciones de poder de todos nosotros cambian según transitamos por espacios diferentes, en el trabajo, en la familia, en la panadería, con la Administración, con la policía etc.; así también nuestra respuesta es diferente. Según en que posición nos encontremos, nos comportamos de diferente manera. En ocasiones conservadores. Otras veces altivos, orgullosos. Y otras, sumisos y conciliadores. Todos, a lo largo del día ejercemos/sufrimos el poder en diferentes ambitos. Y nos adaptamos a los cambios con pasmosa facilidad en función de cuales sean nuestros intereses en juego y nuestra cuota de poder. En este ejercicio acostumbramos a aprender y a formarnos y a comprender al prójimo en la complejidad de las cosas. Pero en ocasiones, este aprendizaje falla. La alerta debe sonar en situaciones de abuso de poder. En el caso que nos atañe, relativo a la identidad, situaciones que hay que evitar, por ejemplo, son utilizar el idioma para colocarse en una posición de ventaja desleal con otro ciudadano. Como por ejemplo ocurriría, en el caso de que, al firmar un acuerdo profesional, utilizáramos un giro lingüístico que el otro no entiende, para tomar ventaja en nuestro propio beneficio. O para mofarnos de él /ella por el uso incorrecto de una de las dos lenguas. Por ese motivo hay que extremar las precauciones al tratar temas linguisticos desde el poder. Ya que el poder tiene la postestad de creear jerarquias por medio de la lengua.

La lengua ordena, establece jerarquías que luego tienen su traslación y efectos en la vida tangible. Un ejemplo reciente ocurre con el término ‘nación’ que en el ámbito politico-jurídico se asocia a soberanía y que tendría efectos de gran impacto en las vidas de toda la comunidad catalana. Para bien y para mal. La palabra es el Verbo. Y ya se sabe que lo divino, que está en nosotros, o sea la palabra, crea y conforma realidades. Cada término o discurso que elegimos, que seleccionamos, lleva incorporada su propia cadena de significados ‘colgados’, asociados, connotados. No es lo mismo decir que ‘Madrid nos roba’, que decir, ‘la riqueza se distribuye mal desde Madrid - gobierno’. Y añadir que Madrid somos todos. Porque todos los españoles, con sus diferentes identidades plurales, híbridas y mestizas, hemos decidido ser una nación de ciudadanos en donde podemos ser culturalmente distintos, pero no podemos usar la diferencia, para obtener ventajas, ni privilegios asimétricos.

- Querido paciente, usted está agotado. Usted tiene un exceso de cansancio. Tómese estas pastillas exportadas por una empresa Suiza, de capital americano, fabricadas en Turquía y vendidas en una farmacia catalana atendida por una ciudadana argentina regularizada. Y sobre todo duerma, y descanse.
- No doctor, creo que no le voy a hacer caso. Ni voy a dormir, ni voy a descansar. He pensado algo mejor. Voy a soñar. Me han propuesto un sueño. Se llama Ciutadans. Disculpe que no me entretenga. Tengo que empezar a tratarme lo antes posible. Las municipales estan a la vuelta de la esquina y mi recuperación tambien.

P.G.J.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciudadanía humanista.Quizás ante todo y sobre todo eso.

Anónimo dijo...

Gracias por este magnífico artículo. Confieso que, como hombre y como ciudadano, cada dia miro con mas desconfianza a ciertas feministas. Es gratificante leer textos tan lúcidos como éste.

Anónimo dijo...

Qué cosas, una persona que no se identifica con una esencia sino que está construida a base de distintas experiencias y compromisos. La nación quiere seres puros y no mestizos intelectualmente.

centauro94 el muerto dijo...

Me gust� mucho tu art�culo pues en un sentido nos llama a desarrollar lo que pudiera ser nustra propia identidad cultural..Quiz� yo tome algo de el para un art que estoy por publicar en mi pag: http://incluyendoperonolimitando.blogspot.com/ sean bienllegados..