febrero 21, 2007

Viva el estatutarismo y la espinaca noruega

Siento comentarlo pero en este país los estatutos interesan menos que el cultivo hidropónico de la espinaca noruega. Es absolutamente patético, por no decir miserable como puede salir Blanco diciendo que si no se ha ido a votar más en Andalucia es porque la gente daba por supuesto el Si. Vergonzoso. Es como decir que no me presento en la boda porque como sé que la otra persona va a decir, Si, pues eso, para qué molestarse. En cualquier otro país europeo este desinterés por la presentación de un programa político de este calado supondría un varapalo clamoroso. Aquí da lo mismo.


El problema es que ahora vienen varios estatutos más con pronosticos similares. Y seguiremos haciendo la fiesta. Yo vivo en Aragón y todavía no he hablado con ninguna persona del proyecto de Estatuto Aragonés. Es como si no existiera.

Algunos diran ¿cuál es el problema? Se aprueba y punto. Ahí está el problema, que se apruebe y ya está. Sin pena ni gloria. Sin saber que hay dentro. Democracia de pandereta al albur de lo que los caciques pretendan. Ay, España invertebrada.

» Ver reflexión sobre la abstención de Vicente Verdú

Eduardo Satué

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