enero 08, 2007

¿SOMOS RICOS LOS ESPAÑOLES?


Las estadísticas dicen que SÍ, que aprobamos por los pelos para estar entre los países más ricos de la UE con una economía en crecimiento que en el último año ha sido del 3,8%; Pero también advierten en sus cifras de que ese crecimiento anual al que se acogen y hacen suyo los gobiernos de los últimos 14 años en los que se ha mantenido el crecimiento económico español, tiene aristas que indican la necesidad de cambiar el rumbo de la Economía.


El Instituto nacional de Estadística ha demostrado que 1 de cada 5 españoles puede ser considerado pobre porque no puede ir al cine o poner la calefacción, en otro estudio se considera que el 20% de españoles vive por debajo del umbral de la pobreza mientras que paradójicamente, un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) asevera , que el conjunto de los hogares ha conseguido de media, duplicar su riqueza (incluyendo en el concepto riqueza, la vivienda en propiedad y la inversión en acciones o depósitos bancarios).

Son datos contradictorios y que inexplicablemente conviven y que solo se entienden cuando se analiza el origen y fuente de la riqueza que alerta del estado vulnerable de la misma como constata el aumento del endeudamiento de los hogares que se ha disparado en el periodo 1995-2005.

¿Cómo pueden ir de la mano la riqueza y la deuda? Desde luego el crecimiento de una y otra van al alza, nos dicen las cifras que la riqueza neta (suma de activos menos deuda) era del 540 % en 1995 y del 935 % en 2005, más de 9 veces la renta disponible, pero el 75% de esta riqueza es acaparado por la vivienda -activo inmobiliario- y factor insólito, dado que en ningún otro país analizado se produce, por ejemplo: en Reino Unido los activos se reparten al 50%, es decir, en equilibrio entre riqueza financiera (acciones o depósitos) y riqueza no financiera (pisos o vivienda).

El gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez se reconoce preocupado por la deuda familiar, aunque para no alarmar a la población “considera una minoría” el 40% de los hogares endeudados.

Así pues, nos encontramos con una deuda que en la última década ha pasado del 59 al 107% y con una riqueza que no es disponible en caso de una urgencia económica puesto que concierne a la vivienda y con un mercado inmobiliario sobrevalorado por encima del 20% de su valor real que impide el acceso a una vivienda sin un endeudamiento de por vida y en muchos casos para más allá del ciclo vital razonable.

Ese 40% de hogares endeudados que minimiza Fernández Ordóñez se incorpora a la riqueza neta, pero no lo es si observamos a pie de calle que ese 40% de hogares endeudados si tuviera que hacer liquidez de su activo inmobiliario por una necesidad inesperada se quedaría sin vivienda y sin dinero.

Que el 75% de la riqueza de los españoles descanse en la propiedad de la vivienda y en un 40% de esa cifra, en vivienda hipotecada, es una trampa económica que hace aparecer un índice elevado de riqueza cuando lo que subyace es un endeudamiento que hipoteca la vida de muchas personas limitando gravemente la atención del ciudadano hipotecado que no se puede permitir arriesgar en otros aspectos importantes de la vida, tales como aceptar un trabajo menos remunerado pero compatible con actividades culturales o vocacionales o por el contrario, estar abocado a aceptar indeseables condiciones laborales por miedo a no poder cumplir con su compromiso hipotecario.

A este anómalo “Estado de la Economía” se ha llegado con el consentimiento, cuando no con la complicidad de los mandatarios municipales y de los gobiernos autonómicos que han liberalizado el suelo a una escala insoportable, liberalización que ha conducido a 3.ooo.ooo de viviendas desocupadas, a una especulación del suelo y urbanística sin regulación de ningún tipo que por mor del libre mercado y precio de mercado ha dado en una carestía de la vivienda que hipoteca al ciudadano irremediablemente sin que pueda compatibilizar su salario con una vivienda y además vivir con desahogo.

No obstante esta situación en la que no se puede acceder a una vivienda económicamente asequible y que endeuda para toda la vida a los que optan por hipotecarse, se traduce en la “Economía de la Estadística”, en riqueza.

El movimiento reivindicativo surgido en España en torno a la vivienda, cuestiona y hace tambalear el planteamiento económico que falsamente nos sitúa como país rico cuando debería situarnos como país pobre entre los ricos.

No parece que el problema de vivienda en nuestro país, en el que se ha edificado en los últimos años más que en Reino Unido, Alemania y Francia juntos, consiguiendo que el 75% de la riqueza nacional se base en los activos inmuebles, pueda solucionarse con las medidas expropiatorias de pisos vacíos que menciona el Presidente Montilla. Parece más adecuado apuntar a la racionalización del mercado, a equilibrar el valor real de los pisos con el valor sobredimensionado de los actuales precios de mercado, a frenar las recalificaciones urbanísticas del suelo y a crear nuevas fuentes de riqueza, devolviendo a la vivienda el papel de bien común y no especulativo en el que se ha convertido.

Carmen C.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Carmen.

Hay una cuestión que planteas que es muy importante: me refiero a la esclavitud de la propia riqueza, si es que lo he entendio bién: "Vale, soy rico , tengo uan casa que vale 200.000 € en el mercado y por la que pago 920€ de hipoteca. Como que entre mi mujer y yo ganamos 2.500 € y tenemos 2 chiquillos, cada mes tenemos problemas. Mi mujer trabaja por 900€ a mes, 8 horas , pero con a tiempo parcial oficial de 3 horas...Cada 17 de cada mes nos empezamos a poner de mala hostia. Si de hipoteca solo debemos 110.000 €, pero nos quedan 24 años por pagar...¡Qué vida más puta!"

Anónimo dijo...

Lo dijo Santos Juliá:"...130.000 millones de euros circulan por España en dinero negro y la mayor parte de ese dinero tiene que ver con la construcción, entonces es seguro que lo que ha salido a la superficie en este año, es solo la puntita de un iceberg inmune al calentamiento global...". No somos ricos, somos perversos.