enero 29, 2007

¿Qué pide Cataluña?

El País, 27/1/2007:

El gobierno rehúsa cambiar las horas de castellano en la escuela como pide Cataluña

A juzgar por el titular de la noticia, lo que deberíamos pedir los ciudadanos excluidos y suplantados por los “conceptos” es que se llame a las cosas por su nombre y que no se tome la parte por el todo ni el contenido por el continente.

El Ministerio de Educación ordenó por decreto ley que en las escuelas públicas de Cataluña se impartieran tres horas de catalán a la semana, en lugar de las exigüas dos que se imparten en la actualidad.

El Estado se reserva el 33% de las competencias en Educación, un 33% que si no permite la igualdad de la enseñanza en todo el territorio español, al menos impide que en las autonomías bilingües, el nacionalismo de estrechez de miras que nos acosa, pueda discriminar por ley a los castellanohablantes y que no sean tratados como extranjeros, tal como están intentando hacer las minorías nacionalistas.

El gobierno de la Generalitat no pudo argumentar la inconveniencia del decreto - Ernest Maragall, consejero de Enseñanza no se opone a que se incrementen las clases de castellano - pero se dejó convencer por sus socios de ERC y sus opositores de CIU y en nombre de “Cataluña” hicieron el primer requerimiento al Gobierno contra el decreto y ahora están a punto de hacer el segundo, esta vez al Constitucional y no porque consideren que es lesivo para los intereses de los estudiantes sino porque consideran que el Gobierno central invade competencias que la Generalitat tiene desde que fue aprobado el estatuto catalán.

El tripartito y CIU no discuten los intereses de los alumnos, ni su fracaso escolar manifiesto, sino los de los conceptos: El concepto Cataluña – Generalitat está por encima de los intereses del ciudadano catalán y recurren el decreto (si hacemos caso al titular de El País) porque lo pide Cataluña.

En Cataluña vive un 51% de castellanohablantes unido a otro % importante de población que no fue a votar el estatuto y a otro sector que votó en contra, por lo que éste, solo representa a una minoría catalana que haciendo uso legal del concepto de la democracia representativa, falsifica la voluntad de la mayoría.

Las minorías nacionalistas se apropian de los conceptos, los generalizan y como no tienen legitimidad moral para excluir abiertamente a una mayoría silenciosa, se permiten la osadía de poner como escudo de su sinrazón a la abstracta Cataluña y a los catalanes, que les den fracaso escolar, eso sí, monolingüe.

Montilla, Montilla, “catalán de Córdoba”, una hora más de castellano a la semana en las escuelas es necesaria, aunque haya tenido que decirlo “Madrid” y por decreto.

Carmen C.

No hay comentarios: