enero 27, 2007

Delirios

Hoy aparece en El País un magnífico artículo de Antonio Muñoz Molina, en el que nos deleita con un honrado y esclarecedor análisis de muchos de los extraños fenómenos (o delirios, como él los denomina) que se dan en la vida política española.

Veamos un ejemplo:

El delirio niega la realidad pero puede tener efectos devastadores sobre ella. En España no queda nadie o casi nadie que simpatice de verdad con el fascismo o con el comunismo, y sin embargo se oye con frecuencia creciente que al adversario se le califica de facha o de rojo, con una insensatez verbal que hiela la sangre, y que revela una voluntad de ruptura de la concordia civil copiada de lo peor de los años treinta. Cuando a uno lo pueden llamar rojo por creer que el atentado del 11 de marzo lo cometieron terroristas islámicos o fascista por no eludir siempre la palabra "España" o defender la Constitución de 1978 está claro que el debate político ha caído en un extremo irreparable de delirio.

En su artículo, el escritor recorre varios de los puntos clave que nos llevó a muchos ciudadanos a acercarnos a C's. No os lo perdáis.

» Ver artículo completo de A. Muñoz Molina.

C.P.

3 comentarios:

El Capitán Trueno dijo...

PROVEEDORES DE INIQUIDADES

Disfrutaría el gran Borges -otra bestia maldita para una parte de la izquierda que por sectaria es incapaz de reconocer la altura intelectual y literaria- en esta España conejil que nos ha tocado vivir, en esta Hispania pusilánime que adora el mantra de hippie trasnochado de la "paz, paz, paz" y recela del grito gallardo y valiente de "libertad, libertad, libertad" del ciudadano consciente de sus derechos.

Jorge Luis Borges encontraría en esta piel de manso que no de toro magníficos ejemplares para su historia universal de la infamia, y especialmente epígonos de su inmortal proveedor de iniquidades, Monk Eastman. Porque este país está lleno de suministradores de perfidias.

Ahí tenemos a todo un presidente del PSOE, el hermano de los Chaves, pidiendo la libertad para el asesino en serie De Juana Chaos. Por el norte asoma la oreja de lobo disfrazado de cordero de un tal Patxi López que pide cocochas y chacolí para el anoréxico "luchador vasco". Un editorialista del "diario de referencia" EL PAÍS que solicita piedad para el criminal que tras purgar unos pocos años de cárcel por 25 asesinatos, su mejor muestra de arrepentimiento y de convencimiento de la necesidad de encaminar el "proceso de paz" es pedir champaña francés y langostinos para celebrar los asesinatos cometidos por sus conmilitones, y de asegurar que la cara desencajada de los huérfanos es su gozo. Unos nacionalistas moderados (sic) que a las decisiones judiciales ajustadas a Derecho llaman pena de muerte o crimen de Estado. Un fiscal, botones de Zapatero, que ve la posibilidad de que tres jueces "sensibles" confundan el deliberado chantaje al Estado de un criminal con una enfermedad terminal. Y un juez Garzón que dice que ni Otegui ni la patulea batasuna pertenecen a la ilegal Batasuna (doble sic) que él, precisamente él, procesó e ilegalizó hace tan sólo cuatro años.

Ciertamente abundan en este país los proveedores de iniquidades, los hijos putativos de Monk Eastman.


¡A por ellos!

Anónimo dijo...

El sentido común no es lo que sobra en el mundo político español y autonómico y una vez más corre a cuenta de ciudadanos alejados "del medio" que en el caso de Muñoz Molina, tiene la virtud de poder ser ampliamente difundido, virtud que no es corriente en el cerco mediático del delirio, al contrario,la comunicación está blindada al sentido común y rendida a las expresiones del delirio basadas en infundios, infundios que se extienden para justificar los cargos institucionales ocupados por los más mediocres de las filas políticas que pretenden perpetuarse en su parcela de poder y acceder al mundo de las subvenciones públicas, dinero fácil y generosamente distribuido a los inventores del delirio mientras han desaparecido los canales de expresión para los ciudadanos sensatos que además de no poder expresarse ven como el fruto de sus desvelos profesionales va directamente a los viajes señoriales de "los representantes" de cualquier cosa, de cualquier mentira, en un viajar incesante de mediocridades, mentiras y perversiones varias; una alegría saber que no estamos del todo solos, que de vez en cuando surge una puesta de largo de la realidad nacional. Gracias. Un placer leer a Muñoz Molina, compartir su análisis y saber que ha llegado a un amplio número de lectores que necesitan con urgencia un canal de expresión veraz y comprometido con la dimensión real de la vida. El delirio es una enfermedad que solo se curará con sobredosis de sentido común.

Yori dijo...

Un gran artículo de Muñoz Molina, sin duda.