La moralina de Zapatero en Senegal
En la visita relámpago (18 horas) que Zapatero hizo a Senegal recientemente no consiguió la firma del convenio global sobre inmigración propuesta por España, aunque sí “el pleno acuerdo” de los principios que deben guiar la política migratroria “a modo de compromiso para cerrar cuanto antes”; sí se adoptó una decisión conjunta de pedir la prórroga del dispositivo internacional de control de las aguas senegalesas dirigido por la Unión Europea (El Pais, 6/12/06).
En jerga popular a esto se le llama para barrer para casa, pues la noticia de la visita sigue así: “Senegal, en cambio, no obtuvo satisfacción a sus aspiraciones de que se fijaran cupos de emigrantes legales para que sus ciudadanos vengan a trabajar a España”.
¿A qué fue Zapatero a Senegal?
Dice El País: “El jefe de Gobierno ancló su compromiso con África en un nivel moral, de lucha contra la pobreza, porque nuestro bienestar futuro exige reducir el malestar de los que sufren”.
Y fue a la isla de Gorée, un islote cercano a Dakar para decir: “Siento emoción por estar donde salieron la mayoría de los esclavos durante tres siglos y quiero aprovechar la ocasión para condenar esa injusticia histórica”.
País, País, siempre sacando al PSOE de apuros, destacando la moralina para justificar un viaje que bien pudo concluir para el dirigente senegalés en una expresión castiza: Todo mi gozo metido en un pozo y que Zapatero podía haberse ahorrado hasta no tener una respuesta donde sobra la moral (porque nuestro bienestar futuro no exige reducir el malestar de los que sufren) sino que lo que falta y exige es justicia, la justicia económica y la distribución equitativa de la riqueza para todos los pueblos de la tierra.
Carmen C.
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