diciembre 03, 2006

ES LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO (le dijo Clinton a Bush)
¿ Que tiene de misterio la economía que a mayor crecimiento le sucede mayor pobreza?.

Es difícil seguir los vaivenes económicos nacionales e internacionales para cualquier persona común para la que la "Economía" significa nada más y nada menos que llegar a fin de mes y poder decir que ha cubierto los compromisos económicos con la hipoteca o el alquiler, con el ocio, con la despensa, con el avituallamiento de los peques de la casa, con los gastos del coche: letra, taller, seguro, gasolina..., con los compromisos sociales, dejando para el mes siguiente el compromiso con el ahorro.

Van pasando los años y la economía personal y familiar no crece; Sí crecen las necesidades, Sí las limitaciones para aumentar el patrimonio, sí las dificultades para llegar a fin de mes, Sí la distancia entre paises pobres y ricos; No los salarios, No la posibilidad de ahorrar, No la armonía entre producción y consumo, No la distribución equitativa de la riqueza.

Cómo entender desde estas contradicciones cotidianas la monserga monocorde del crecimiento económico español y mundial.
A Clinton le creció la Economía todos los años de su mandato por encima del 4%. En España no se llegó a tanto pero se le adjudica a nuestra Economía un crecimiento sostenido desde 1994. Doce años de bonanza económica que empezó en 1993 con la planificación económica de Solbes en la última legislatura de Felipe González, que continuó con Rato y que de nuevo Solbes sigue manteniendo y aumentando hasta el punto de que Zapatero machaconamente insiste en poner como máximo logro de su gobierno el crecimiento económico español.

"Salvado por la Economía" puede considerarse a Zapatero pues aún no hemos visto el gobernante innovador que se esperaba de él y que a la postre quedará como el gobernante que no gobernó y que bien puede pasar a la historia como el gobernante de las "cosillas".

La decisión de devolver a España las tropas que el guerrero Aznar había colocado en Irak contra el clamor popular que los españoles manifestaron, fue más el compromiso personal de una promesa electoral que una acción de gobierno, también le cabe el honor de atemperar con la teoría del talante la fiereza política que campaba por sus respetos en el Congreso, después se dedicó a la paridad, a casar a los homosexuales, sin legislar sobre los derechos inalienables de cada individuo, primando su estado civil, con lo que un homosexual ha de estar casado para ser respetado, vino a decir Zapatero con el nuevo matrimonio legal.

El honor de atemperar la acritud no es suficiente ni dota al ciudadano de la información clara y asequible que el gobierno tiene que proporcionar de La Economía del país para poder entender las cifras del crecimiento económico que hoy se sitúan en el 3,9% y cómo y porqué éstas conviven con la situación alarmante del deterioro económico de andar por casa y que producen titulares de estos calibres:" CASI EL 20% DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA SE SITÚA POR DEBAJO DEL UMBRAL DE LA POBREZA" " ESPAÑA GEGISTRA, CON PORTUGAL Y GRECIA, LOS PEORES NIVELES DE LA EUROPA DE LOS 15" "Y EL BENEFICIO DE LOS BANCOS HASTA SEPTIEMBRE SE INCREMENTÓ UN 41%, POR EL TIRON DE LOS CRÉDITOS.

Para resumir: "En el año 2002 triunfaba el slogan España va bien" con un crecimiento económico del 2,1% y en el año 2006 con un crecimiento del 3´8% el gobierno no ha logrado colocar su mensaje de que España va mejor. ¿Que pasa para que la ciudadanía no perciba el buen momento económico?" pregunta el profesor de Economía Carlos Mulas-Granados en un sugerente artículo del País (28/11/06).

Y para concluir: El ciudadano debe hacer sus propias conclusiones para entender 1) Cuál es la relación entre los impuestos ciudadanos y la administración que de ellos hace el Gobierno y los gobiernos autonómicos y 2) Por donde han de ir los gastos públicos, incluidas las subvenciones millonarias que salen de las arcas del Estado para los beneficios de la recaudación ciudadana reviertan en un bienestar tangible y percibido por la ciudadanía.

Se impone una toma de conciencia popular que impida convertir a los ciudadanos en simples objetos pasivos que ven con impotencias los dislates de la corruptela político-económica y que como Bush están expuestos si no reaccionan con criterio a que cualquier Clinton les diga : Es la Economía, estúpidos.

Carmen C.

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