Las obras del AVE

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de C's para el paso del AVE por Barcelona
Cada vez que un cargo de la Generalitat nos dice la frase "No va a pasar nada" en referencia a unas obras ferroviarias, al suministro eléctrico o al caos de las carreteras, nos ponemos a temblar. Ahora aseguran que la Sagrada Familia no corre peligro por las obras del AVE, incluso utilizan un argumento muy "progre" al anunciar que les preocupa más la seguridad de las familias por donde pasa el tren, que también son sagradas. Pero ellos desconocen lo que pueda suceder.

Gobernar también es prevenir, justo lo que no han hecho en ninguna de las recientes crisis. Josep Mª Mata-Perelló es director del Departamento de Ingeniería minera de la Universidad Politécnica, y no duda en afirmar: "Yo no haría pasar el AVE por debajo de la Sagrada Familia ni por el Eixample". Aunque asegura que el subsuelo de toda Barcelona es muy inestable por las continuas filtraciones de agua, entre la alternativa de que pase por debajo de la calle Aragón, por el Vallès o por el Eixample, esta última es la peor de todas. Justo la escogida por todos nuestros políticos.

Digo todos porque fue el gobierno central del PP quien aprobó el proyecto, CiU le dio su apoyo y el PSC-PSOE lo ejecuta (nunca mejor dicho). El profesor Mata también afirma "sólo que por las vibraciones de las obras una piedra de la Sagrada Familia caiga desde lo alto, seremos el hazmerreir de toda Europa". Después de lo ocurrido en Hospitalet ¿alguien puede asegurar que eso no va a suceder? Hemos sufrido ya 14 agujeros y otros 14 aparecerán en las próximas semanas con el consiguiente retraso en normalizar las líneas de cercanías.

El coste de las obras se ha disparado hasta convertirla en la infraestructura más cara de España. Mientras tanto el AVE ya llega a Málaga y Valladolid, aquí podemos esperar otros 15 años más. Aunque todos los informes técnicos lo recomiendan y los geólogos afirman haberse equivocado "la geología no es una ciencia exacta" aseguran que ya es tarde para cambiar el trazado de la línea. Además un político nunca rectifica, ni se equivoca, ni dimite.

Albert Castillón

» Artículo publicado en La Vanguardia
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