Subida inminente de los precios

El vino sube un 30% en origen y le pone el IPC más difícil al Gobierno

El vino de mesa, que supone el 50% del total que de este caldo se consume en España, ha registrado un espectacular encarecimiento en origen que junto a la subida del pan y de los cereales se lo va a poner más difícil al Gobierno para meter en cintura al IPC. El vino de mesa ha experimentado un incremento en origen -el precio de la uva- entre el 25% y el 30%.

La industria ya va sobre aviso: el vino de mesa será más caro a partir de enero. La uva para vino de mesa se han incrementado en origen entre un 25% y un 30%. Esto eso supone que el industrial -las empresas bodegueras- compra la materia prima más cara en ese porcentaje, a ello se suma que el precio del vidrio también se ha incrementado en un 7%. Por lo que el precio final del vino de mesa se verá incrementado en el lineal cuando el producto esté listo para su venta.

El vino de mesa es dentro del negocio vitivinícola uno de los que menor margen deja a la industria –según el caso ronda los cinco céntimos por unidad- ya que juega a volumen con precios bajos. De forma que el aumento del precio de la materia prima tendrá irremediablemente que trasladarse al consumidor.

Pero ahí la industria topa con la gran distribución, muy reticente a incrementar los precios de los productos que forman parte de la alimentación básica, como en este caso es el vino de mesa, y que son su gancho para atraer a los clientes.

El motivo de este incremento de precio en origen reside en las malas cosechas que se han producido en Francia Italia y Grecia. Industriales italianos, entre otros, han comprado grandes cantidades de lo que se denomina mosto azufrado, que es uva antes de fermentar, y que generalmente se utiliza no para la elaboración de vino, sino para su transformación en zumos. Pero que supone una retirada masiva de uva destinada a vino de mesa para otros usos.

Este aumento de la demanda ha provocado una escasez de materia prima que ha tirado para arriba de los precios de la uva para su transformación en vino de mesa. El vino de mesa, del que se produce anualmente en España unos 5.500 millones de litros, es básico en el mercado español ya que representa el 50% de todo el vino que se consume en la nación. Pero, pese a su gran peso, es un segmento que va en descenso, ya que cada año su caída ronda el 5%. En teoría se produce un trasvase de consumidores de vino de mesa hacia vinos de mayor calidad, pero eso no es del todo exacto, algunos consumidores se pierden por el camino.

El vino es uno de los componentes del IPC. La subida de precios que se avecina, sumada al aumento que ya ha experimentado el coste del pan, los cereales o los lácteos, entre otros, se lo va a poner más difícil al Gobierno para meter el IPC en cintura, presupuestado en el 2,7% para el año. El vino de mesa es dentro de su categoría el más barato del mercado con unos precios que rondan el euro.

Pero según va la cosecha, y si no se tuerce la vendimia, en Rioja todo indica que la uva este año será más escasa y de mejor calidad que en otras ocasiones, por lo que también va a experimentar un aumento notable, aunque nadie se aventura a señalar por donde irán los tiros. En Ribera de Duero donde la cosecha se ha visto muy perjudicada se darán los dos extremos, quien haya podido lograr una uva buena logrará colocarla a precios muy caros debida a su escasez, mientras que quien se haya visto muy afectado con cosecha de mala calidad tendrá que tirar de los precios para abajo para poder colocarla.

Concha Rubio

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