"España nos roba, nos arruina y nos odia"

El Instituto de Proyección Exterior de la Cultura Catalana (IPECC) ha celebrado recientemente el aniversario de la estúpida "invasión" militar que protagonizó el entonces militar Coronel Macià y futuro primer presidente de la Generalitat Republicana. La intención era declarar "manu militari" la República Catalana y ocurrió en 1.926. La delirante empresa acabó en un espantoso y ridículo fracaso, como no podía ser de otro modo. Pero el IPECC lo sigue considerando un hito en la lucha por la liberación de la Cataluña oprimida.

En la noticia que aparece en Diario Ibérico pueden leerse algunas de las lindezas que dijo en su discurso el presidente del IPECC, Enric Garriga Trullols (en la foto). Basta con un ejemplo: "España nos roba y nos arruina la economía y la cultura catalanas. Y además, nos odia".

Uno podría pensar que se trata de un grupete de jubilados pasados de vino que se han ido a celebrar una merendola al encantador pueblo de Prats de Molló en el Rosselló, Francia, pagando la juerga a escote, pero no es así.

La cuchipanda la organizaron en colaboración con la organización francesa-catalana Prats Endevant, que de acuerdo con la información publicada en ABC, recibió por todo el morro una subvención de la Generalitat, a través del consejero Saura, de 12.000 euros el año pasado, para que mantenga la llama de la reivindicación de la estupidez de Maciá y el pedrusco que lo conmemora.

Pero es que además, de acuerdo con la página web del IPECC, en la que se pueden leer estupideces y delirios sin fin, esta organización tiene su sede en el Hotel d'Entitats de Providència 42, en Gràcia (Barcelona), que consta como organismo oficial de la Generalitat de Catalunya en su página web. O sea, que el Departament de Governació i Administracions Públiques paga la sede social a esta asociación que se dedica a fomentar el odio allende nuestras fronteras.

A uno le entran ganas de ponerse demagogo: ¿Cómo es posible que con nuestros impuestos estemos pagando semejantes mascaradas neofascistas? ¿Cuantos ordenadores para las escuelas se podrían comprar con la pasta que se les da a esta pandilla de cantamañanas, y encima parte de ellos franceses?

Bueno, dejémoslo. Imaginaros cuantos cientos de organismos de este tipo deben estar montándose sus merendolas, sus excursiones y su adoctrinamiento antidemocrático a costa de todos los ciudadanos.

Los parlamentarios de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía ya han denunciado el tema de las generosas subvenciones a asociaciones tan pintorescas como ésta en el Parlament, pero las mayorías nacionalistas, socialistas y ex-comunistas acaban ganando y dando la pasta a grupos y organizaciones, que como estos viejecitos del IPECC, van pregonando por ahí sus delirios, manías y estupideces. Y encima Montilla sale con que C's está obsesionado con "la identidad".

J.A.