... Y el muro resucitó

Jordi Hereu y Joaquim Nadal resucitan un muro para una inauguración en Barcelona


Los políticos catalanes asisten al falso final de un túnel con el derribo de una tapia construida exclusivamente para el acto. La Generalitat reconoce haber gastado entre 10.000 y 12.000 euros en el montaje

Primero se abrió un túnel, a continuación se tapió y a los pocos días -concretamente este martes- se tiró abajo el muro. Una sucesión de acciones aparentemente sin sentido, pero muy habituales en las obras públicas, según la Generalitat de Cataluña.

Esta secuencia de acontecimientos ha permitido que el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el conseller de Política Territorial y Obras Públicas (PTOP), Joaquim Nadal, hayan podido asistir en falso directo a la espectacular llegada de la tuneladora de la futura L9 del metro barcelonés al pozo del Onze de Setembre.

Evidentemente, a este último acto estaban invitados los medios de comunicación.

Fuentes del PTOP trataban de minimizar la polémica causada por este modo de proceder, desvelado el lunes por el diario El Mundo . "Se hace una pequeña conexión y luego se tapia, es así", ha confirmado este departamento del gobierno catalán. "Es la forma más segura de hacerlo", insisten. "Es un acto simbólico y es así siempre".

Durante el acto, Nadal consideró "irrelevante" la polémica, pero reconoció que el departamento ha invertido entre 10.000 y 12.000 euros para construir este falso extremo del túnel, según informa EFE. El Mundo informó de que se habían gastado 300.000 euros.

Fuentes municipales también han eludido valorar la conveniencia o no de construir muros para que sean destruidos ante políticos y medios de comunicación y se han limitado a asegurar que el alcalde, Jordi Hereu, ha asistido al acto "porque había sido invitado".

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