agosto 05, 2007

Ideas para el siglo XXI (VI)


PROBLEMA: Desigualdad entre sexos


El segundo sexo
Stephen Lewis


La organización global más importante no ha reconocido aún la batalla más importante del mundo: la lucha por los derechos de la mujer.

Naciones Unidas tiene ante sí la recomendación de un grupo de alto nivel sobre la reforma de la ONU para crear un nuevo organismo internacional dedicado a las mujeres. Nunca, en los 62 años de historia de Naciones Unidas, había existido una oportunidad semejante. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que la lucha por la igualdad entre sexos es la batalla más importante del planeta. Y, si logramos que se cree un organismo dedicado a las mujeres, con el apoyo firme del nuevo secretario general (para muchos, ésa será la prueba de fuego de su mandato), la aprobación de la Asamblea General y el respaldo de los grupos de mujeres en todo el mundo, quizá dispondremos, por fin, de una entidad de peso para ayudar a cambiar su vida en todas partes.


El nuevo organismo estaría dirigido por un subsecretario general –que se escogería entre personalidades de cualquier zona del mundo, sin restricciones– y debería tener, al menos, mil millones de dólares anuales para empezar, además del mandato de establecer programas específicos para las mujeres en cada sitio. Tendría que estar formado por expertos en cuestiones femeninas, y no por la mezcla variopinta de generalistas de muchos de los organismos que hoy se limitan a dar la imagen de que impulsan los temas de igualdad de sexos.

El Día Internacional de la Mujer –el 8 de marzo– estuvo lleno de gritos de angustia y llamamientos a la acción dirigidos a Naciones Unidas. Los grandes personajes de la comunidad de la ONU, en un discurso detrás de otro, llamaron la atención sobre el maremágnum de injusticias que se cometen contra ellas, desde los atroces niveles de mortalidad materna, pasando por los datos aterradores sobre violencia sexual, hasta la vulnerabilidad de mujeres y niñas frente a la pandemia del VIH/sida. Todos los discursos reconocieron que ha habido ligeros avances, pero subrayaron que todavía queda mucho camino por recorrer.

Ese camino será más corto, sin duda, si logramos crear el organismo dedicado a las mujeres. Son demasiadas las que han visto su mundo fatalmente diezmado por la pobreza, la enfermedad y el conflicto en medio de la pasmosa indiferencia de los varones. Un organismo para ellas no será una panacea instantánea, pero sí nos dará la oportunidad de cambiar la situación de desigualdad entre los sexos.

Publicado en Foreign Policy - Edición española

Stephen Lewis fue enviado especial de la ONU para el VIH/sida en África.

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