La ley del embudo

Los trenes de la Generalitat descarrilan. EL nacionalismo tiene una lógica: cuando algo responsabilidad del Estado salga mal, que se transfiera a la Generalitat. Esto lo hemos visto con la huelga del aeropuerto, con los retrasos de cercanías de renfe etc... Esto se arguye bajo el razonamiento de que cuanto más cercana es la gestión, mejor es. Como es evidente, este argumento adolece de varias debilidades:

1º No sigue una lógica en caso contrario, es decir, cuando los campos gestionados por la Generalitat funcionan mal, nunca plantean que vuelvan al Estado Central.
2º Arbitrariamente se para la descentralización en la Autonomía. Siguiendo el razonamiento habría que descentralizar a la ciudad, el pueblo y seguir así hasta el barrio.
3º Cuando se piden las transferencias el último punto es como se va a coordinar con el resto de territorios. De hecho, el Estatut es muy claro ya que la fuerza se pone en la capacidad decisoria de la Generalitat, al margen de cualquier convenio con el resto del Estado.

En fin, la ley del embudo: exijo a los demás lo que yo no estoy dispuesto a cumplir con ellos.

Eduardo Satué