abril 26, 2007

CADILLAC SOLITARIO

Comentando el último libro de SABINO MENDEZ “Historia del hambre y la sed” (Espasa 2.007)

En el último Sant Jordi compré tres libros en las “paradetes” de Ciutadans, uno en la de Gran Via-Calvet, la que había sido asaltado por la mañana por los camisas pardas nacionalistas, y dos en la de Passeig de Gràcia-Pl.Catalunya, donde durante el día se leyeron textos de Cervantes y Josep Pla.


En esta compré el último de Sabino Mendez, más como un acto de militancia que por ganas. Los dos libros suyos que había leído antes, “Corre, rocker” y “Hotel Tierra”, no me habían interesado. A mi las historias de rockeros poli-toxícomanos y multi-dipsómanos, forrados de pasta, y que se dedican a escandalizar a pusilánimes, me aburren soberanamente. A mi Sabino Mendez me gustaba por que es el autor de una de las canciones mas redondas del rock-pop español de los ochenta: “Cadillac solitario” (Nenaaaaa!!!!, que aúlla Loquillo una madrugada borracho en la falda del Tibidabo). Junto con “Ojos de Gata” de Enrique Urquijo son mis dos canciones favoritas de la época. ¡Cuantas veces no la habré cantado en mis juergas infinitas sanfermineras, cogido por el hombro con otros beodos, entremezclándola con mejicanas de Chavela Vargas, joticas navarras de Raimundo Lanas o sentimentales canciones vascas del inmenso Mikel Laboa (lo de la identidad múltiple me viene de lejos). También habíamos cantado, aunque menos, “El ritmo del garage”. Me habría muerto de risa si hace un cuarto de siglo me hubiesen dicho que iba a militar en mi madurez en un partido que la tendría como himno…Vivir para ver.

El primero de los tres libros que he empezado a leer ha sido el de Sabino Mendez. Y me he llevado una gratísima sorpresa. Este hombre ha madurado como escritor de una forma espectacular para mi modo de ver. Empecé ayer, llevo ya 50 páginas y me parece muy bueno. Como no soy capaz de hacer una crítica me gustaría en este comentario reproducir un fragmento en el que reflexiona sobre el plus de “distinción” que el torpe franquismo concedió al nacionalismo excluyente.

“Hacía poco que acabábamos de celebrar en casa mi décimo cuarto cumpleaños cuando murió el dictador. La dictadura de Franco había querido uniformar el país bajo un nacionalcatolicismo de fuerte impronta centralista y una imagen más que discutible, con unos rasgos superficiales de andalucismo de opereta .Algo así como un wagnerianismo flamenco de organillo cutre e imposible futuro. Empeñados en ese camino , estropearon por mucho tiempo los símbolos de identidad posibles para que lo español tuviera opciones de ser percibido como algo razonable. Eso tuvo sus momentos dulcísimos, porque en un país liberarse, aunque sea por un momento, de los signos de identidad convencionales es como librarse de una condena, a pesar de que pocos lo vean así.

En Cataluña sucedió lo contrario. Puesto que el franquismo había reprimido la lengua catalana y el catalanismo, los signos culturales de esa tradición sirvieron de banderín de enganche para gran parte de la oposición antifranquista y para muchos de los que sentían alergia por las éticas y las estética totalitarias. En cuanto se afianzó la transición democrática, pronto se vio que ese motor de dinamismo había acumulado un crédito tan desmesurado que, en su nombre, todo estaba permitido. Incluso pasarse de frenada. En Cataluña no iba a ser posible liberarse de los signos de identidad convencionales porque simplemente iban a ser sustituidos por otros – en principio supuestamente más morigerados – que habían sido largamente reprimidos por los primeros. Los primeros efectos empezaron a notarse cuando pudo detectarse que en gran parte de la población había calado un silogismo falso. Era el siguiente: si los fascistas centralistas de la dictadura se autodenominaban españoles –entre otras muchas cosas – y preferían hablar castellano, entonces todo aquel que gustara de hablar castellano y creyera que algunos mínimos de centralismo tienen sus ventajas, automáticamente , era un fascista. La lengua catalana pudo ser al fin enseñada y practicada con libertad, pero lo peor fue que se creo un imaginario opuesto (tan absurdo como aquel que veía en los izquierdistas con cuernos y rabo) es el que todo lo español significaba entonces la caspa, lo cutre, lo inculto, la zafiedad, la crueldad, la violencia y la mala educación.

Paradójicamente , fue el propio catalanismo de clase media el único que se creyó y aceptó el discurso ético y estético del franquismo sobre lo que era España, tal como este había querido retratarla torpemente y sólo había conseguido retratarse a sí mismo.

Todavía hoy, cuando me acerco a ese rudimentario silogismo falso que ha absorbido tan profundamente a muchos de mis convecinos, tengo que cogerlo con pinzas. Aunque no me atrevería a decir cuales son sus exactas proporciones , sé – porque a veces lo he vislumbrado a través de pequeñas acciones y opiniones –que se puede diseccionar en diversas partes de miedo excluyente, cierto racismo primario, unas gotas de xenofobia ignorante, prejuicios sociales, ambiciones desmesuradas frustradas por la impotencia de la realidad y exageradas historias atávicas, transmitidas de generación en generación. Un cóctel muy español, mal que pese a quien corresponda.” (páginas 22 y 23)

J.A.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"cadillac solitario" de Sabino Mendez por loquillo:

http://www.youtube.com/watch?v=2J4EYxnXnQU

"ojos de gata" de enrique Urquijo

http://www.youtube.com/watch?v=EopQN6XXHEU

"El ritmo de garaje"

http://www.youtube.com/watch?v=zLlIgs-C3jU