enero 10, 2007

Juguemos a tres bandas

Después del atentado tenemos tres reacciones básicas en quienes venían apoyando negociar con la banda terrorista o no se oponían frontalmente aún cuando no hubieran abandonado definitivamente la violencia que podríamos resumir en:

  • "si ya lo sabía yo que esto no podía salir de otra manera porque son una banda de asesinos", tipo Iñaki Anasagasti

  • "la culpa del atentado es de los terrristas única y exclusivamente", tipo rosas blancas, que es como decir que el gobierno no tiene ninguna responsabilidad

  • "si ETA mata es por culpa del PP que no ha dejado negociar bien", estilo Toni Soler
La primera postura suena a destiempo. Si alguien tenía algo que decir ha tenido muchos meses para hacerlo. Pero tampoco viene mal para un futuro no demasiado lejano en que haya que recordarlo. ZP no se rinde al fracaso de su sueño pacificador. "Si Ghandi lo consiguió, ¿por qué no yo?" debe anotar cada noche en su diario.

La segunda postura lo que quiere decir es que el gobierno no tiene ninguna responsabilidad en lo sucedido, aunque sea por omisión y las organizaciones que lo han avalado, tampoco. Hombre, la falta de autocrítica es evidente. Habrá que valorar si la flexibilidad judicial y policial ha repercutido negativamente en la erradicación de la banda cuando se nos prometía lo contrario. Hoy por hoy no creo que lo sepa nadie pero el margen para la duda es evidente y estas declaraciones no son tanto una condena a ETA como una disculpa para quien tal vez no haya hecho bien su trabajo.

La tercera postura es ya la del cinismo. Al margen de que poca o ninguna influencia ha tenido Rajoy en la política antiterrorista de ZP, esta postura viene a condenar a un partido democrático y su opción legítima (no negociar con terroristas), aunque no la única, antes que a la propia ETA. Pero es la vieja manía nacionalista: la culpa de todo la tiene el PP.

Como disfruta ETA con el corifeo de lamentos por la ruptura del "proceso de paz", incluso aunque cometa parricidio con su hijo Batasuna, tan deseoso de independizarse del padre pero tan atemorizada por él. De hecho, decir que no pretendían matar es la última burla, sobre todo para los dos ecuatorianos, que ya ni siquiera son víctimas suyas sino mero "accidente".

» Ver artículo de Savater en El País: Los límites de la paz

E.S.

2 comentarios:

Polites dijo...

Además, ahora parece que ETA dice que el alto el fuego sigue vigente.

¿Pero no acaban de poner una bomba y matar a dos ciudadanos?

Nooooo, hay que ser imaginativos y dialogantes: alto el fuego es lo que disfrutamos entre bomba y bomba.

Anónimo dijo...

Hace tiempo que vengo pensando, no se si acertadamente, que el presidente Rodriguez ha llevado a Madrid la política catalana del "Pacto del Tinell" y me parece muy peligroso y poco democrático.